¿Qué, cómo y por qué tener una meta financiera?

En los artículos previos  como no supe antes de ganar mi primer sueldo, como no supe antes de comprar mi primer auto y como no supe antes de comprar mi primera casa, hablamos de los 3 principales errores financieros que cometen las personas. En otras palabras estos errores son: No ahorrar, sacarse créditos para comprarse bienes perecederos (que pierden su valor con el tiempo) y endeudarse en una casa más grande de la que necesitan. 

Es impresionante la cantidad de personas que cometen al menos uno de estos errores y como ya mencionamos anteriormente; la idea de este espacio es ayudarte a que tú los evites. Para tener una vida libre financieramente, no es necesario que seas un experto, genio o que tengas un doctorado en finanzas. Si no, solamente ganas de salir adelante (con una meta clara), disciplina en tus compras (comprando inversiones también) y disciplina en tus gastos (ahorrando para poder invertir).

Hoy hablaremos de la importancia de tener una meta financiera y cómo establecerla. Aunque parezca simple, ponerse una meta financiera es el primer paso para tener libertad financiera. Esto sucede porque sabiendo dónde quieres estar; tu mente comience a trabajar para llevarte ahí. La misma tiene que ser desafiante, pero alcanzable. Y lo más importante, que te motive a trabajar por ella. 

Además con una meta financiera, correctamente establecida, no cometerás los errores financieros más comunes que vimos en los previos artículos. Ya que tendrás claro cual es tu norte.

Es indispensable que para que tu meta financiera tenga el efecto positivo que buscas en tu vida. La misma tiene que estar bien establecida. A continuación veremos cómo hacerlo.

¿Cómo ponerse una meta financiera?

Hay diferentes métodos de como ponerse una meta financiera desafiante pero alcanzable. La metodología que me funcionó y te puede servir a ti también es usar la metodología SMART (Inteligente por sus siglas en inglés).

La cual te dice que toda meta debe de contar con 5 elementos:

• Specific (Específica).- es decir que la meta tiene que ser clara y específica. Que fácilmente se entienda lo que se necesita realizar para conseguir la meta.
• Measurable (Medible).- hay un dicho que dice, “lo que no se puede medir, no se puede mejorar”. Y no puede ser más cierto a la hora de establecerse metas. Toda meta tiene que tener un indicador medible para que sea clara cuando se la alcanza.
• Attainable (Alcanzable).- obviamente que sea desafiante, pero que con esfuerzo se pueda lograr. No hay nada más desmotivante saber que el objetivo es inalcanzable o casi imposible de lograrlo.
• Relevant (Relevante).- es decir que sea relevante en general para la persona. De esa manera estará interesado y motivado para trabajar y alcanzarla.
• Time (Tiempo).- que tenga un tiempo límite en el cual se tiene que lograr. El saber que tus metas tienen una fecha establecida de cuando tienes que alcanzarlas, te ayuda a estar enfocado y no perder tu rumbo.

Ahora que sabes la metodología SMART, es hora que la comiences a aplicar. Para ello tienes que seguir los siguientes pasos:

• Paso 1: Comenzar con la meta de largo plazo (5 años o más). Es importante que tengas tu meta a largo plazo para que te marque el rumbo hacia donde tienes que ir.
• Paso 2: Establecer tus metas de mediano plazo. Estas tienen que estar alineadas a tu meta final y te sirven para asegurarte que estás en el camino correcto. 
• Paso 3: Establecer tus metas de corto plazo. Prácticamente te marcan las acciones a seguir para que hoy comiences a trabajar en alcanzarlas. Si las mismas están bien definidas, te ayudará a cumplir también tus metas de mediano plazo y así llegar a cumplir también tus metas a largo plazo.
• Paso 4: Realizar seguimientos al avance de tus metas. Estos seguimientos deberían de ser al menos mensuales para las de corto plazo, trimestrales para las de mediano plazo y semestrales para las de largo plazo.

¿Veamos un ejemplo?

Como puedes ver, es indispensable comenzar con la meta de largo plazo. Eso define hacia donde estás apuntando. En este caso, incluso define la cantidad de dinero que necesitas tener ahorrado para poder hacer realidad tu meta. Sabiendo que vas a necesitar, ya comienzas a establecer tus metas de mediano plazo y por último las de corto plazo. De esa manera todas tus metas están alineadas y sabes que debes de hacer para conseguirlas.

Si has leído hasta acá te felicito. Ahora te menciono que al igual que todas las cosas en la vida. La teoría no sirve de nada si no la practicas. Por ello es indispensable que definas tu propia meta, nadie más las puede hacer por ti. 

A la vez, tienes que escribirlas y revisarlas frecuentemente. Eso te ayudará a mantener enfocado y no perder tu rumbo.

Empieza hoy mismo. Ya que sólo hoy podrás decir “como no supe antes”; mañana ya tendrás que decir “como no empecé antes”…

… Y tú, ¿ya definiste tu meta financiera?