Procrastinación y su impacto en nuestras vidas

En esta oportunidad hablaremos sobre la Procrastinación y su impacto en nuestras vidas, comprometiendo nuestro presente y sobre todo nuestro futuro. 

En anteriores posts ya hablamos de cómo Crear Hábitos, también ya vimos sobre los Hábitos Fundamentales, aquellos capaces de transformar varios aspectos de nuestras vidas ayudando a crear y mejorar otros hábitos. 

Abordamos también otro tema muy relevante y cliché como la Zona de Confort y la Crisis de los 30, y vimos algunas recomendaciones de Cómo salir de la Zona de Confort. 

Otro aspecto fundamental que también ya vimos fue de que nuestro Cerebro no es un Disco Duro, necesitamos crear un mecanismo que nos permita organizar las ideas y To Do’s.

Bueno, pero podemos llegar a entender mucho sobre hábitos, podemos reconocer si estamos en la Zona de Confort y hasta podemos saber Cómo organizar las actividades del día a día. 

Sin embargo, es muy común que incluso así no consigamos ejecutar lo que nos planteamos o proponemos.

Ese comportamiento es conocido como Procrastinación, que no es nada más que el arte de retrasar o postergar tareas y actividades.

El “Yo presente” y el “Yo Futuro”

Cuando hacemos planes de como perder peso, escribir un libro o aprender un idioma, hacemos planes para el “Yo Futuro”. Estamos imaginando como deseamos que nuestra vida sea en el futuro. 

Pero mientras el “Yo Futuro” puede establecer metas, solamente el “Yo Presente” puede ejecutarlas.

En este exacto momento, por ejemplo, nuestro cerebro está sediento por recompensas instantáneas y poco interesado en beneficios de largo plazo. 

Eso pasa porque el “Yo Presente” y el “Yo Futuro” están frecuentemente en desacuerdo el uno con el otro, así lo indica Lilian Soares en su libro sobre la Procrastinación.

El “Yo futuro” quiere estar en buena forma física, pero el “Yo Presente” quiere hacer un pedido de hamburguesas con papas. 

Es obvio para la mayoría de nosotros que debemos alimentarnos de forma saludable “HOY” o sea “AHORA”, para así evitar problemas de obesidad, diabetes o cardíacos de aquí a 10 años. 

Pero como vemos las consecuencias de alimentarse mal están condicionadas mentalmente a un futuro distante. 

Podemos citar también el ejemplo del ahorro, que venimos enfatizando sobre su importancia en vários posts. 

De alguna forma todos sabemos que debemos prepararnos financieramente para el futuro, de cuanto ahorre “HOY” dependerá mi calidad de vida en mi jubilación. 

Ahorrando e invirtiendo puedo llegar a conseguir la tan ansiada libertad financiera, solo que infelizmente no será mañana, ni de aquí a un mes. El resultado es vislumbrado de aquí a décadas.

Entonces esa poca convicción de poder alcanzar lo que mi “Yo Futuro” se propone, hace que mi “Yo Presente” domine mi día a día, buscando satisfacciones que me hagan feliz a corto plazo. 

Procrastinación, ¿por qué acostumbramos postergar actividades?

Cuando atrasamos tareas importantes, existe un comportamiento mental natural que nos lleva a pensar que habrá más tiempo y mejores condiciones de ejecución en el dia siguiente. 

Sin embargo, todos sabemos que eso no ocurrirá, las condiciones serán las mismas o hasta peores el día de mañana. 

Hay estudios que demuestran que dejar cosas o actividades inacabadas intensifica una inconformidad psicológica que se traduce en sentimientos negativos de culpa y vergüenza. 

Estando conscientes de todo aquello, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿por qué aún así, somos capaces de procrastinar?.

Algunos de los motivos pueden ser: 

• La tarea es asustadora o desagradable 
• El deber de ejecutarla de alguna forma se desvanece
• No sabemos por dónde comenzar
• La tarea no se conecta con nuestro propósito de vida

Un comportamiento común que acostumbramos tener después de haber procrastinado es que cuando se nos está acabando el plazo de alguna actividad, una parte de nuestro cerebro reacciona y activa una especie de monstruo del pánico y un optimismo surreal. 

Esos estímulos nos permiten trabajar hiper enfocado en casi cualquier actividad, la posibilidad de ser penalizados de alguna forma nos obliga a resolver con prisa todo lo que veníamos atrasando hace meses. 

A veces hasta puede dar cierto, solo que sacrificamos noches de sueño, paseos o compromisos de fin de semana y muchos litros de café. Estas personas suelen decir: “Yo sólo sé trabajar bajo presión”. 

Procrastinación, evitarla fue clave en el éxito de la Ford

Vamos a citar un pequeño ejemplo de Henry Ford, uno de los empresarios más revolucionarios del siglo XX.

Ford consiguió implantar una cultura de productividad en sus fábricas de automóviles, inculcando en sus colaboradores la importancia de no postergar o retrasar tareas. 

La técnica de Henry Ford consistió en concientizar a sus funcionarios sobre la importancia del tiempo.

Él destacaba que no es tan fácil evidenciar el desperdicio de ese recurso, como lo es, el desperdicio de un material en una línea de montaje de vehículos.

Para ello, Henry Ford colocaba metas agresivas como la de producir un auto a cada 98 minutos, y se concentraba en perfeccionar el método de producción para conseguir esa meta.

Entonces, no solo dejaba claro lo que cada funcionario tenía que hacer, sino que todos estaban conscientes de la importancia y el compromiso con sus actividades para mantener estable la productividad.

Siendo así, cada funcionario sabía que si se atrasaba en actividades preestablecidas, podría comprometer la calidad del trabajo desarrollado por la empresa entera. 

Por lo tanto, ese funcionario estaba consciente que además del tiempo perdido, esa actividad tendría que ser realizada o por él o por otra persona en el futuro. 

En resumen para Henry Ford estaba claro que la procrastinación tenía que ser evitada para alcanzar las metas establecidas. Para ello necesitaba enfocarse en el método, y no tanto en el resultado. 

Una de sus frases célebres que nos dejó: “He observado que las personas eficientes avanzan mientras el resto pierde el tiempo”. 

Conclusión

La procrastinación es un sentimiento normal en las personas, nuestra naturaleza nos fuerza a postergar tareas y sustituirlas por otras actividades más agradables. 

Es muy importante estar conscientes de nuestra fragilidad en relación a la procrastinación, todos somos propensos a procrastinar.

No adelanta de nada sentir vergüenza o culpa, solo acabaremos siendo flagelados. 

Ya sabemos el motivo de porque es más fácil quedarse en la cama a las seis de la mañana que levantarse a estudiar o salir a correr.

En realidad lo que conocemos como flojera está relacionado a que los beneficios de actividades de ese tipo no son a corto plazo.  

Por lo tanto, debemos hacer que las consecuencias futuras se vuelvan consecuencias del “HOY”, de nuestro “PRESENTE”. 

Tengamos en cuenta el mensaje dejado por Ford sobre productividad y metas, la clave está en establecer metas alineadas con nuestro propósito y enfocarse en el método.

Cuanto más próximo se encuentre nuestro “Yo Presente” de nuestro “Yo Futuro“, será menos frecuente el acto de procrastinar.

Seguiremos expandiendo este tema en el futuro, deja tus comentarios en este post para que tengamos un feedback sobre el mismo.

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REFERENCIAS

Soares, Lílian. PROCRASTINAÇÃO:: Guia científico sobre como parar de procrastinar (definitivamente) . Edição do Kindle.