¡Home Office! El nuevo normal

Publicado por Christian Velasco en

Debido a esta crisis sin precedentes donde la mayoría de las actividades fueron paralizadas. Algunos tuvimos el privilegio de poder continuar trabajando a traves de Home Office.

Sin duda alguna la cuarentena nos obligó a reinventarnos, y quien ganó relevancia absoluta fue el tal “Home Office”, “Trabajo Remoto” o “Teletrabajo” como también se lo conoce.

Cuando la epidemia llegó y fue declarada la cuarentena, felizmente yo ya estaba de cierta forma con alguna experiencia en relación a esta innovadora forma de trabajo.

Gracias a Dios para este caso específico no tuve que decir: “Como no supe antes”

Sin embargo, no siempre fue así, en 2017 cuando arribé a Brasil (mi residencia actual) la modalidad de Home Office era tan nueva y al mismo tiempo asustadora para mí.

Para esa fecha el trabajo remoto no era una práctica común en mi natal Bolivia. Si alguna vez llegué a trabajar de casa era porque seguramente estaba con exceso de trabajo o con algún pendiente urgente que entregar.

Francamente, nunca había pasado por mi cabeza un posible escenario donde lo normal sería trabajar desde nuestros hogares.

Problemas de vivir en una metrópoli

Llegué a San Pablo y ya la realidad era otra, en una ciudad con más de 12 millones de habitantes, las empresas venían intentando adaptarse y adoptando esta modalidad.

Obviamente como en cualquier tema, habían apoyadores y por otro lado personas que no estaban convencidas de su eficacia.  

Yo todavía sin mucho conocimiento y bien escéptico sobre el tema tuve que experimentar algunas situaciones para tener una postura más definida en relación al teletrabajo. 

Para quienes conocen San Pablo o alguna otra metrópoli, con seguridad alguna vez, se han quedado parados en un tráfico intenso o han intentando entrar al tren o al metro en hora pico.

Es una situación que puede llegar a ser muy estresante y que forma parte de la rutina de muchos paulistas. 

Lógicamente, yo no era la excepción, estaba dentro de las personas que en promedio gastaba aproximadamente unas 3 horas diarias en su trayecto al trabajo.

Y peor aún, los días que tenía clases en la universidad tenía que adicionar una hora extra a mi recorrido. 

Fiel a mi formación de ingeniero, en forma frecuente, me veía haciendo algunos cálculos locos.

Gasto 3 horas por dia, 66 horas mensuales, o un asustador valor de 792 horas anuales (33 días) solo para transportarme. 

Le decía a mi esposa: “no puede ser, prácticamente 1 mes de los 12 que tiene el año me la paso en una caja de metal con 4 ruedas”.

Regularmente ya llegaba estresado al trabajo y ni se imaginan como retornaba a casa.

Sumado a ello, tenía el hábito de escuchar las noticias en la radio, por lo tanto, en mis 3 horas de trayecto era bombardeado con noticias muy “animadoras” (siendo bien sarcástico).

Estaba al tanto de temas como asaltos, asesinatos, corrupción, locutor hablando de TRÁNSITO o de la interesante vida de algun artista o jugador de fútbol.

El resultado de esa rutina desgastante fueron algunas crisis de estrés, no tenía voluntad para ir a trabajar.

Y muchas veces no tenía ganas de volver a mi casa después de la rutina laboral, por miedo al tránsito que me tocaria enfrentar.

La alternativa más fácil hubiera sido mudarme a una residencia más cerca de mi trabajo, infelizmente no era una opción.

Y tampoco lo era para ese momento cambiar de trabajo, recien habia entrado y lo consideraba un buen lugar con perspectivas de crecimiento y aprendizaje.

La crisis nos obliga a tomar actitudes

Fue difícil aceptar que tenía un problema, que el estrés es algo real y que me estaba afectando

Por lo tanto, esta crisis de estrés me obligó a tomar algunas actitudes oportunas y necesarias.

Comencé a interesarme por temas como meditación y mindfulness

También cambié el hábito de escuchar noticias en la radio y comencé a escuchar podcasts. Son grabaciones de conversaciones que hablan de los más variados temas como negocios, finanzas, startups, libros, idiomas o superación personal. 

Vamos a preparar otros posts específicos que hablen tanto de técnicas que ayudan a combatir el estrés y otro donde explicaremos los podcasts con algunas sugerencias interesantes. 

Por ahora nos enfocaremos en el Home Office que a esa altura con certeza absoluta ya había entendido su concepto y sobre todo ya estaba consciente de sus beneficios.

Home Office, mis primeros pininos

Desde mi perspectiva el Home Office sería la herramienta más eficaz para superar mi crisis.  

Fué en ese momento que decidí proponerle a mis gestores de la época un esquema de “Home Office.

Mi propuesta consistía en que me quedara en casa trabajando dos veces por semana, prácticamente los días que tenía clases en la universidad.

Ellos aceptaron sin ningún problema y así comenzaron mis primeros pininos con “Home Office.

Pasé de ser un ignorante en el tema a buscar como ser más productivo en casa.

A romper barreras mentales y a crear algunos hábitos (ver Ciclo del Hábito) que me ayuden a aprovechar esas horas demás que tenía.

Sigue una lista de prácticas que me ayudaron y me están prácticamente salvando la vida en estos casi 60 días corridos que llevo de Home Office:

  • Mantengo el horario que me levanto y nunca me quedo de pijama, no necesito vestirme formal, una ropa cómoda es suficiente.
  • Todo empieza por la actitud desde la primer hora del día, es importante por lo tanto aparte de colocarse una ropa cómoda, tender la cama y también tomar un buen desayuno.   
  • Con el tiempo fui adecuando mi espacio de trabajo, (compré una mesa de escritorio y un asiento confortable).
  • Mi columna me lo agradece y no se necesita de ciencia para comprobar que somos muchos más productivos trabajando con una postura adecuada
  • La mayoría de las empresas normalmente se preocupan por la ergonomía y comodidad de sus trabajadores. Ahora que estás en tu casa, esa responsabilidad te pertenece a tí, ya no a tus empleadores. 
  • También me compré un segundo monitor y un soporte para la laptop, reforzando el tema de postura y ergonomía. Lo ideal es que la altura de la pantalla del monitor esté a las altura de los ojos para así no forzar la musculatura del cuello;
  • La segunda pantalla me ayuda mucho para programar y para realizar grabaciones de mis cursos;
  • Estipulo y respeto los horarios para comer, hacer ejercicios, estudiar y también para las actividades rutinarias de la casa, usando la metodología de listas (ver post El Cerebro no es un Disco Duro);
  • Como me levanto temprano, acostumbro hacer una maravillosa siesta de 20-30 minutos (eso sí, coloco la alarma para no pasarme, o si es posible agendo reuniones a las 14h, así me veo obligado a levantarme);
  • Establezco pausas intermedias de 15 minutos para tomar un café y así despejar la mente;  
  • No enciendo la televisión en los horarios destinados al trabajo;
  • Tengo una pizarra, la uso mucho para organizar mis ideas y para hacer flujos y diagramas (mente y memória gráfica);
  • Un buen paquete de internet es primordial para las reuniones online; 
  • Cuando mi esposa se encuentra en casa y voy a tener una reunión, le comunico para así evitar interrupciones
  • Si tienes hijos o vives con otras personas te aconsejo mantenerlos comunicados de tus actividades o también puedes poner un letrero informativo en la puerta;
  • Por último, intento no trabajar fin de semana, y si lo tengo que hacer, me coloco límites de tiempo.   

Estamos pasando por una situación muy crítica, muchos han tenido que adoptar el “Home Office” y no necesariamente con las condiciones adecuadas.

Espero estas recomendaciones te ayuden a adaptarte y a adherir a esta tendencia que desde mi óptica llegó para quedarse y para ser “EL NUEVO NORMAL”.

Para terminar les muestro mi rinconcito de trabajo, lógico que mi esposa me ayudó y dio su toque femenino.

En Pinterest pueden encontrar otros modelos mucho mas inspiradores (creanme no necesitan gastar una fortuna).

Mi espacio de trabajo

10 comentarios

Cayo · mayo 22, 2020 a las 4:54 pm

Buenos consejos

    Christian Velasco · mayo 23, 2020 a las 12:18 am

    Gracias Cayo por tu comentario!
    No olvides suscribirte!

    Tenchy Guillen · mayo 24, 2020 a las 11:17 pm

    Querido sobrino, me estoy volviendo tu fan Nro. 1, ahora estoy aplicando todo lo de Home Office. Te sugiero un artículo sobre la rutina del ejercicio físico en casa, gracias.

    Christian Velasco · mayo 25, 2020 a las 10:45 am

    Excelente tia Tenchy!
    Nos alegra que le esté gustando y sobre todo que esté aplicando las recomendaciones y experiencias que transmitimos.
    Muy buena sugerencia, vamos a destinar un post para hablar sobre ello.
    Muchas gracias.
    Un abrazo

Lenny · mayo 23, 2020 a las 5:26 am

Perfecta e inspiradora rutina 😉

    Christian Velasco · mayo 24, 2020 a las 12:12 am

    Excelente Lenny!
    Nos alegra y alienta que te hayas gustado!
    Mucha gracias

Marcela · mayo 23, 2020 a las 5:15 pm

Excelente! Me siento muy identificada, también tuve que adaptarme a los cambios y hacer home office. Lo bueno se copia, así que lo que aún me falta pulir y lo recomiendan aquí, lo voy a poner en práctica!

    Christian Velasco · mayo 24, 2020 a las 12:16 am

    Estimada Marcela!
    Muchas gracias por tu comentario.
    Así es, para muchos fue una novedad, de aquí en adelante la unica certeza absoluta que tenemos es que nada es cierto. Entonces, no nos queda otra alternativa que estar en contante transformación y adptación.

Juan Armando Cabrera · junio 8, 2020 a las 2:01 pm

Excelente!!! 👍

Herramientas para el Home Office - Como no supe antes · junio 18, 2020 a las 7:26 am

[…] En uno de nuestro anteriores post ya hablamos sobre ese nuevo normal que es el Home Office.  […]

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