Actividad Física, un Hábito Fundamental
En este episodio nos centraremos en detallar la importancia de realizar actividad física y por qué es considerada un hábito fundamental.
Vamos a entender cómo a través de un hábito fundamental podemos generar cambios en muchos otros ámbitos de nuestras vidas.
Ciclo del Hábito, de la teoría a la práctica
Si vienes acompañando nuestro blog, uno de nuestros primeros post fue sobre el Ciclo del Hábito.
En ese post explicamos que conocer los elementos del “Ciclo del Hábito” es muy importante. Sin embargo, conocer solo la teoría no nos lleva a ningún lugar.
Debemos estar conscientes que cambiar hábitos no es una tarea fácil o trivial, no existen fórmulas mágicas y requiere sobre todo disciplina y fuerza de voluntad.
La cuestión es que normalmente son muchos hábitos los que deseamos cambiar en nuestras vidas.
Son muy comunes listas del tipo: dejar de fumar, comenzar a hacer ejercicios, comer más saludable, hacer un curso técnico en mi área profesional, aprender o reforzar algún idioma, crear el hábito de la lectura, etc.
La lista puede ser infinita, y justamente ahí radica el problema. Charles Duhhig en uno de los capítulos de su libro “El Poder de los Hábitos” destaca que la clave es priorizar esa lista de cambios.
Enfócate y escoge un Hábito Fundamental
Nos debemos enfocar en analizar y seleccionar un hábito, que él denomina como “Hábito Fundamental“.
Hábito Fundamental es aquel capaz de contagiar e impactar positivamente otros hábitos y aspectos en nuestras vidas.
El título del post es sobre la actividad física, considerada un hábito fundamental y ya explicaremos los motivos.
Aparte de los beneficios directos para la salud, normalmente quien empieza a hacer actividad física en forma rutinaria, también comienza a desarrollar otros comportamientos positivos.
Tales como dejar de fumar, comenzar a alimentarse mejor o dormir más temprano.
La actividad física puede permitirnos tener más paciencia con la familia y con los colegas del trabajo.
Sin duda alguna puede mejorar nuestro humor y también es un remedio infalible para eliminar el estrés.
Es así, que el hábito de la actividad física puede desencadenar una serie de pequenãs victorias.
A medida que avanzamos, esas pequeñas victorias son motivaciones para que otros hábitos prosperen y se propaguen.
Propagando un Hábito Fundamental
Por ejemplo, una persona tiene el hábito de fumar o tomar bebidas alcohólicas en forma frecuente, y de repente decide comenzar a correr 3 veces por semana.
Es muy probable que al poco tiempo elimine o disminuya la cantidad de cigarros o de cervezas, por el simple hecho de querer mejorar su desempeño o rendimiento durante sus corridas.
Y de aquí a poco, esa misma persona estará buscando una dieta más saludable.
Intentando dejar la comida chatarra, mejorando los horarios de las comidas y bebiendo mucha más agua de la que acostumbraba.
Así funcionan los hábitos fundamentales, comenzamos a asociar algunas mejoras en otros aspectos relacionados directa o indirectamente a la actividad física.
Como podrán ver el objetivo de este post no es discutir sobre la mejor o peor rutina de entrenamiento.
Pues a mi parecer hay profesionales capacitados que pueden ayudarlos y asesorarlos mucho mejor en relación al “CÓMO” realizar una actividad física acorde a la edad y condición de cada uno.
Mi propósito es motivarlos en el “POR QUÉ” es importante realizar actividad física y hacer de ella un hábito fundamental.
Y podemos llamar actividad física a cualquier acción que desafía la gravedad o la inercia de nuestro cuerpo.
Básicamente lo que necesitamos es quemar calorías y puede ser realizada de las más variadas formas; corriendo, haciendo una rutina de ejercicios, haciendo deportes, bailando, spinning, caminando, etc.
La actividad física puede también mejorar nuestro ciclo del sueño, ya que nos permite dormir mejor.
Como resultado, al siguiente día podemos despertar más temprano, con mucha más energía y dispuestos a hacer muchas actividades.
Otro aspecto muy importante es que nos obliga a crear disciplina, y la disciplina es la mejor herramienta para tener una vida más organizada.
Desafíate a tí mismo
Bueno, personalmente siempre intenté tener el hábito de realizar actividad física, o por lo menos eso creía.
En condiciones normales juego futbol una vez por semana. Frecuentaba el gimnasio y también llegué a hacer Crossfit y Funcional.
Sin embargo, hasta que no leí el libro de Charles Duhhig, no tenía conciencia clara de lo que significaba tener un hábito fundamental en mi vida.
Fue así que decidí darle mayor prioridad y la importancia que se merece.
En época de cuarentena crié un desafío, que consistía en realizar junto con mi esposa 21 días de ejercicios seguidos, sin parar ni un solo dia.
Adecuamos nuestra terraza con una colchoneta de yoga, y con el objetivo de que sea motivador creamos una recompensa.
En el día 21 estaríamos liberados para comer Sushi (comida japonesa que disfrutamos mucho).
Es muy importante destacar que para adherir a un hábito fundamental, si comprometemos a otras personas en el proceso, la probabilidad de éxito es mayor.
Tener un colega, familiar, amigo o nuestra pareja, pueden ser el motor motivacional que tanto necesitamos en esos días difíciles que pensamos desistir.
Para garantizar el cumplimiento de nuestro desafío, imprimí un calendario con 21 días y lo prendimos en la heladera.
Todos los días después de finalizar nuestra actividad contabilizábamos un día a menos para comer el tan ansiado Sushi.
El día 21 fue alcanzado con mucho sacrificio, sobre todo por parte de mi esposa, que por su profesión de médica hay días que realiza turnos de 12 o 24 horas.
Ella es un ejemplo claro de que no existen excusas, y bueno por mi parte, me tocó cumplir mi promesa, y nos deleitamos con un delicioso Sushi.
La rutina de ejercicios nos obligó a alimentarnos mejor, a ir a la cama más temprano y nos permitió cuidar de la mente en esta etapa de aislamiento.
Te reto a que crees tu propio desafío, cuando te auto desafías creas un compromiso contigo mismo.
Si te tomas enserio, ese compromiso puede ser más fuerte que aquel que asumes con tu pareja, jefe, padres o amigos.
No olvides colocar una recompensa, no necesita ser al final del ciclo, por ejemplo, puedes crear mini recompensas al final de cada día, o a cada 7 días.
Muy pronto comenzarás a notar los impactos positivos en otros aspectos. Si es posible anota todos los cambios que estás experimentando, por más mínimos que sean, de esta forma podrás medir tu evolución y desempeño.
Que no sea el próximo lunes o el próximo mes, empieza hoy que mañana ya estarás un paso al frente.
Recuerda que cuanto antes empieces, antes verás los resultados. HOY es el día para empezar, solo por hoy permítete decir “Como no supe antes”.
1 comentario
Procrastinación y su impacto en nuestras vidas - Como no supe antes · julio 15, 2020 a las 9:55 am
[…] anteriores posts ya hablamos de cómo Crear Hábitos, también ya vimos sobre los Hábitos Fundamentales, aquellos capaces de transformar varios aspectos de nuestras vidas ayudando a crear y mejorar otros […]
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