Resiliencia: significado, ventajas y características

Publicado por Christian Velasco en

En los últimos años la palabra resiliencia viene ganando relevancia y destaque. Esta actitud de ser resiliente se volvió un común denominador principalmente en las descripciones de los perfiles de ofertas de empleo. Pero al final de cuentas, ¿cuál es su significado, qué ventajas y cuáles características puede tener una persona resiliente?.

Vamos primero a analizar la epistemología de la palabra. Resiliencia viene del latín “resilire”, que significa: “volver atrás”. Sin embargo, el contexto en el que la solemos usar es mucho más amplio que un “volver atrás”. Ser resiliente, también puede ser considerado como volver a empezar, no rendirse, reinventarse o simplemente seguir enfrente delante de las dificultades. 

Concepto de la palabra resiliencia

Aunque el concepto de la palabra resiliencia puede variar dependiendo del campo de estudio. Vamos a quedarnos con el concepto más común usado en la psicología. “La persona resiliente es aquella que, incluso en situaciones de dificultad, consigue lidiar con sus problemas y superar obstáculos, sin ceder a la presión”

Como podemos ver es un concepto muy simple de ser entendido. Sin embargo, no es tan fácil de ser aplicado en nuestro día a día. Aunque todos los humanos estamos expuestos a problemas y dificultades. La gran mayoría no consigue lidiar con los mismos y superar las dificultades que va encontrando en el camino. 

Es cierto, que no todos nacemos con las mismas oportunidades y el nivel de complejidad de los problemas pueden variar mucho de persona a persona. Nuestro mundo no es para nada justo y los humanos nos esforzamos aún más por abrir esa brecha de desigualdad. Por lo tanto, el punto de partida de alguien que nació en una situación desfavorable puede estar ubicado mucho metros o km más atrás. Sin embargo, eso no impide que esa persona pueda alcanzar sus objetivos y metas en la vida, eso sí va a necesitar ser mucho más resiliente

Resiliencia: aptitud o actitud

Hemos visto que la resiliencia es la capacidad de superar adversidades. Partiendo de este principio, para tí la resiliencia es una ¿aptitud o una actitud?. Dicho de otro modo, ¿las personas nacemos resilientes o nos hacemos resilientes?. 

Personalmente, yo creo que algunas personas por alguna razón ya vienen con una dosis de resiliencia al momento de nacer. Es como si fuera un talento nato, desde niños son personas muy obstinadas, decididas y que muestran una capacidad de superar y afrontar desafíos desde una edad muy temprana. 

Sin embargo, la gran mayoría de los mortales no hacemos parte de ese selecto grupo. Nuestro nivel de resiliencia se define en función a las experiencias que vivimos y a los problemas y desafíos a los que estuvimos expuestos. Y claro como no, tenemos que considerar las actitudes y acciones que fueron tomadas en dichas circunstancias y cómo estos aprendizajes nos pueden servir en el futuro. Es decir, nuestra resiliencia necesita ser desarrollada y entrenada. La clave no es acumular problemas y obstáculos, y sí derrotas o victorias.  

Por lo tanto podemos concluir que la resiliencia en la mayoría de los casos es una actitud, no una aptitud. Una habilidad que vamos desarrollando y que nunca dejaremos de desarrollar. Sería incorrecto afirmar que ya somos suficientemente resilientes, pues los problemas que se nos presenten mañana pueden ser tan diferentes a los ya vividos y en situaciones tan adversas. 

Características de una persona resiliente

Como dijimos, en la mayoría de los casos la resiliencia es una actitud. Es nuestra postura frente a problemas y desafíos. Muchas veces es un concepto abstracto no tan fácil de ser reconocido o medido. Es más, es hasta difícil de hablar de niveles de resiliencias porque como dijimos los problemas y adversidades que las personas enfrentan pueden ser tan diversos que no existe una regla o parámetros definidos que nos ayuden a medir el nivel de resiliencia. 

Sin embargo, existen una serie de características en común que las personas resilientes suelen tener y desarrollar:

  • Flexibilidad y adaptabilidad: desde mi punto de vista esta es la característica principal de las personas resilientes. Ser flexibles y tener capacidad rápida de adaptación es una cuestión de sobrevivencia  en el mundo cambiante que vivimos actualmente. Estas personas encaran los cambios como oportunidades para aprender, desarrollarse o experimentar vivencias y situaciones nuevas.  
  • Persistencia y obstinación: otra característica muy común en personas resilientes es la persistencia, no se rinden fácilmente y son obstinados por cumplir sus metas y objetivos.  
  • Optimismo: una persona resiliente tiene la capacidad de automotivarse y de confiar en sus posibilidades por más desfavorables que sean las circunstancias. Ser optimista es atraer cosas positivas y poder transmitir esperanza a las demás personas.  
  • Inteligencia emocional: por lo general una persona que es resiliente sabe manejar y controlar sus emociones. Aquí entra el famoso “trabajar bajo presión” de las descripciones de las oportunidades de empleo. Es importante tener inteligencia emocional ya que nuestras emociones pueden jugarnos en contra a la hora de vernos expuestos en situaciones de estrés o sobre presión. 
  • Aceptación de situaciones desfavorables: las personas resilientes suelen aceptar que no todo está bajo su control y que no siempre todo sale como esperan. Es importante aceptar nuestras derrotas cuanto antes y encararlas como oportunidades de aprendizaje. 
  • Autonomía: la resiliencia está asociada a la capacidad de buscar soluciones y atravesar obstáculos. Eso no significa que durante esa jornada no podamos recibir ayuda o trabajar en equipo. De todas formas es importante destacar que la persona resiliente es capaz de tomar sus propias decisiones, de tomar la iniciativa y de no dejarse influenciar negativamente por terceros.

Resiliencia en nuestras finanzas e inversiones 

Ya vimos el concepto de resiliencia y las principales características de una persona resiliente. ¿Qué tiene que ver todo eso con nuestras finanzas o cómo nos puede ayudar la resiliencia en nuestras inversiones?

Así como lo vimos en el post previo que es importante conocer y controlar las emociones a la hora de invertir. La psicología juega un rol muy importante en la vida del inversionista. Ya mencionamos que  las personas resilientes suelen usar su inteligencia emocional frente a situaciones complicadas y de estrés. Por lo tanto, a la hora que estamos haciendo nuestras inversiones si controlamos nuestras emociones y priorizamos nuestros análisis basados en datos con seguridad que el resultado será favorable. 

Por otro lado también ya vimos la importancia de aprender a aceptar nuestras pérdidas, las personas resilientes suelen aceptar situaciones desfavorables y son conscientes que no todo sale como se espera. En nuestras inversiones por un lado es importante diversificar y de entrada saber que no todas tendrán resultado esperado. Al estar conscientes de aquello vamos a encarar las derrotas como oportunidades de aprendizaje y vamos a aprender a movernos rápido.

Ejemplo de persona resiliente 

Podríamos hacer una lista interminable de personas que han demostrado ser resilientes. En diferentes campos y áreas tenemos a muchas personas que supieron afrontar duras adversidades y podemos tomarlas como ejemplos y referencias a seguir. Particularmente admiro a varias personas por su resiliencia, por su capacidad de superar grandes obstáculos y por transmitir esperanza a otras personas.  

Una de estas personas es la activista pakistaní Malala Yousafzai quien hasta el momento es la persona más joven en ganar el Premio Nobel de La Paz. Otorgado en 2014 cuando tenía solo 17 años.  ¿Por qué considerar a Malala como un ejemplo de resiliencia?. A sus 15 años Malala vivía aún en su país Pakistán y el 9 de octubre de 2012 sufrió un atentado. Ese día un terrorista abordó el autobús escolar donde se encontraba Malala de camino hacia el colegio y le disparó con una pistola repetidas ocasiones impactándole en la frente y el cuello. 

Malala era el objetivo de los terroristas talibanes de la región porque pese a su corta edad ya era considerada una activista que promovía el acceso a educación a través de un Blog llamado “Diario de una estudiante paquistanesa”. Su propósito fundamental era que niñas como ella puedan tener acceso básico a educación. En Pakistán por cuestiones religiosas y culturales las niñas son privadas de educación a muy temprana edad. Impulsada principalmente por su padre, Malala comenzó a cuestionar las normas y comportamientos que regían por años el entorno donde vivía. Su discurso fue ganando relevancia y notoriedad, hasta que incomodó bastante a terroristas radicales que decidieron atentar contra su vida. 

Afortunadamente logró sobrevivir, inmediatamente después del atentado el Reino Unido le dió asilo a ella y a su familia. Allá tuvo un proceso lento de rehabilitación ya que tuvo que someterse a varias cirugías reconstructivas. Desde esa fecha vive en el Reino Unido donde ya concluyó su formación en Filosofía, Política y Economía en la Universidad de Oxford.

Su lucha continua, es la principal portavoz mundial del derecho a la educación. En 2013 dio un discurso en la Asamblea de jóvenes promovida por la ONU en Nueva York. Con solo 16 años habló para más de 100 jóvenes del mundo entero, donde cerró su discurso con la siguiente frase: “Tomemos nuestros libros y nuestros lápices. Son nuestras armas más poderosas. Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo”.

Conclusión

La resiliencia es una herramienta fundamental para poder encarar nuestro mundo cambiante, globalizado e impredecible en el que vivimos. Vimos el ejemplo de Malala, de cómo las adversidades no la derrubaron y desde muy temprana edad mostró tener una valentía inusitada y un deseo por cambiar una realidad que casi le costó la vida. 

Claro que no necesitamos experimentar situaciones tan extremas para desarrollar nuestra resiliencia. Lógicamente, existen situaciones y eventos para los cuales es muy difícil prepararse. Como la pérdida de un ser querido por ejemplo. 

De todas formas lo que precisamos hacer es exponernos y salir de nuestra zona de confort. Arriesgar y colocarnos en situaciones desfavorables donde nos veamos obligados a superar nuestros límites y miedos. Aprendamos a encarar los cambios con optimismo y como oportunidades de mejora

Espero que este post te haya gustado y que la biografía de Malala te impacte de la misma forma como lo hizo conmigo. Infelizmente no podemos decidir donde nacer ni bajo cuales circunstancias. Pero sí tenemos la capacidad de orquestar nuestra vida, de aplicar toda la resiliencia posible para seguir nuestros sueños y así no solo mudar nuestra realidad sino la de muchos otros que nos rodean. 


1 comentario

LinkedIn mucho más que una red social - Como no supe antes · noviembre 25, 2020 a las 6:22 am

[…] de puestos de trabajo fueron cortados. Con tantas personas buscando una recolocación profesional, la resiliencia, creatividad y adaptabilidad fueron armas imprescindibles para encontrar un nuevo trabajo o hasta para mantener el que […]

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