Las emociones a la hora de invertir

El día de hoy hablaremos de la psicología que existe detrás de todo inversionista. Hablaremos de las emociones a la hora de invertir y los riesgos que hay con cada emoción. Al final de cuenta, todo inversionista es humano y como todo humano estamos llenos de emociones. Controlar nuestras emociones, es clave para invertir correctamente y tomar las mejores decisiones.

Sin más preámbulo, veamos las emociones más frecuentes a la hora de invertir:

Entusiasmo

Es normal que muchos inversionistas a la hora de invertir sientan un gran entusiasmo que ocurre por la liberación de adrenalina. De cierta manera el invertir es tomar riesgos, por lo tanto al igual que hacer algún deporte extremo, donde existe riesgo de muerte, el invertir, ocasiona en nuestro cuerpo la liberación de adrenalina por los riesgos financieros que estamos tomando.

Esta liberación de adrenalina es la que hace que invertir sea divertido y en muchos casos adictivo. Hay que tomar en cuenta que cierta adrenalina es buena. Es normal que al comienzo, haya mayor liberación de adrenalina en las inversiones que hagamos, pero conforme vamos ganando experiencia, el riesgo que sintamos va a ir siendo menor, por lo tanto, este entusiasmo va ir bajando. 

También es importante considerar que si somos de las personas que nos gusta la adrenalina y el riesgo. Tratemos de controlar el riesgo de nuestras inversiones, ya que nos sentiremos atraídos a ella. Al final de cuenta, la decisión por invertir tiene que ser basada 100% en nuestros análisis financieros y no en nuestras emociones. 

Miedo

El miedo es otra emoción bastante común a la hora de invertir. Tal como vimos en el artículo previo las 5 razones porque las personas no invierten, una de ellas, es por “el miedo a perder su inversión”. Así que como algunas personas están atraídas a tomar riesgos y disfrutan la adrenalina que esta genera. Otras prefieren quedarse en su zona de confort y no hacer nada que involucra cierto riesgo.

Es normal un poco de miedo. De hecho hace que seamos un poco más cautos y analicemos bien lo que estamos haciendo. Sin embargo, el miedo excesivo es dañino y puede causarnos parálisis.

Para disminuir el miedo a invertir, es necesario que aprendas lo más que puedas donde quieres invertir tu dinero. Hagas tus análisis financieros y tomes una decisión informada. Al final de cuenta, como ya lo hemos dicho varias veces, Una buena inversión se hace en la compra no en la venta. 

Sólo haciendo los análisis necesarios antes de invertir, tendrás la seguridad de que estás tomando una buena decisión. Recuerda empezar de a poco, pensar a largo plazo y diversificar tus inversiones. Así si alguna inversión no sale como esperabas, no pierdes todo tu capital.

El miedo a la hora de invertir siempre existirá, es por eso que tienes que aprender a confiar en tu análisis y tomar ciertos riesgos calculados. Al final de cuenta, invirtiendo tomando ciertos riesgos, es la única forma de alcanzar la tan anhelada libertad financiera.

Felicidad y/o orgullo

Cuando tus inversiones comiencen a dar frutos y veas que tomaste una buena decisión, es normal que te sientas feliz y orgulloso. De hecho ya estás un poco más cerca de conseguir tu objetivo y todo el esfuerzo y trabajo que estás haciendo para ahorrar e invertir mejor están dando resultado.

Disfruta tu felicidad y siéntete orgulloso que te la ganaste. Solamente ten en cuenta que el riesgo con este sentimiento es que te sientas sobre-confiado con tus habilidades de inversor. 

Recuerda que te haya ido bien en una inversión, no significa que te vaya a ir bien en la siguiente. Siempre deberías de analizar cada situación por separado y decidir en base a la información que tengas.

Tristeza  y/o vergüenza

Cuando tus inversiones no salen como esperas, es normal que te sientas triste y por qué no un poco avergonzado. El riesgo más grande cuando algo no sale como lo esperabas es que dejes de seguir intentando. Seguro sentirás que esto de invertir quizás no es lo tuyo y por ahí dejes de intentar. 

Es importante que sepas que no siempre tus inversiones van a dar resultado, pero eso no significa que seas mal inversionista. De hecho para ser exitoso, sólo necesitas que 6 de 10 inversiones sean exitosas. 

Mi consejo es que mientras más antes aceptes que te equivocaste, más rápido aprenderás de tu error y comenzar a corregirlo. Recuerda nadie nace corriendo, de hecho antes de caminar aprendemos incluso a gatear y en el proceso nos habremos caído incontables veces. La clave está en volver a intentar hasta alcanzarlo.

Conclusiones

Como vimos las emociones a la hora de invertir más frecuentes son el entusiasmo, miedo, felicidad y tristeza. Estas cuatro emociones están presentes a la hora de invertir. Es importante que estés consciente de ello y evitar los riesgos que estas traen. Como vimos incluso las emociones positivas como la felicidad y el entusiasmo, pueden tener consecuencias negativas. 

Las emociones siempre estarán presente en toda inversión que hagas, hagamos un ejemplo: Inviertes 1,000 USD en comprar acciones de Apple. Antes de invertir es normal que sientas miedo de que puedas perder tu inversión. Sin embargo, también te sientes entusiasmado de que puedas ganar más dinero si tomaste la decisión correcta. Obviamente si te va bien y la acción sube, te sentirás feliz y orgulloso, pero si te va mal, te sentirás triste y por qué no avergonzado.  Si seguimos con el mismo ejemplo. Después de un par de meses invirtiendo en Apple, escuchas por las noticias que a Apple no le está yendo muy bien y sus acciones comienzan a caer. Seguramente vas a sentir un poco de miedo, ¿Qué vas a hacer? ¿Vender tus acciones inmediatamente? o ¿esperas a que la acción suba? Como ves, controlar tus emociones va a ser indispensable.

Invierte siempre usando análisis y toda la información que tengas. Sé que es difícil, pero trata de no usar tus emociones a la hora de invertir. Al final de cuentas, tus inversiones tienen que ser tomadas solamente usando datos financieros y no sentimientos.

Espero que este artículo sobre emociones te haya gustado y el día de mañana te haga mejor inversionista. Recuerda controlar tus emociones y que ellas no te controlen a ti. Ayúdanos compartiendo este artículo y que menos gente diga “Como No Supe Antes”.