Diversificación de la cartera de inversión

Con seguridad ya has escuchado la máxima de “No coloques todos los huevos en la misma canasta”. ¿A que se refiere esta frase cuando se trata de nuestras inversiones?. ¿Por qué es importante la diversificación de nuestra cartera de inversión?. Te invito a que nos acompañes en este post para descubrir los aspectos más importantes sobre diversificación de la cartera de inversión.  

Cuando se trata de inversión existen diferentes tipos, productos y vehículos financieros en los cuales podemos invertir. ¿Cuáles escoger?, va a depender principalmente del perfil de cada inversionista y de donde éste se siente más cómodo al momento de colocar su dinero. Las formas más comunes de inversión son: compra de acciones y ETFs en la bolsa de valores, inversiones en bonos del estado, inversiones de depósito a plazo fijo (DPFs), inversión en divisas, inversión en criptomonedas y bienes raíces.

Podemos diversificar escogiendo dos o más de estas grandes categorías de inversión y también dentro de cada categoría existen otras subclasificaciones que nos permiten diversificar aún más nuestras inversiones. En este post nos enfocaremos principalmente en los productos que encontramos en el mercado financiero a través de un broker (plataforma de inversión). En estas plataformas los principales productos a disposición son: las acciones, los títulos públicos, índices y ETFs, fondos inmobiliarios, commodities, criptomonedas, futuros y divisas.

Pero cómo ya es de costumbre aquí en Cómo No Supe Antes comenzaremos por lo básico. 

¿Qué significa diversificar la cartera de inversión?

Podemos decir que diversificar es distribuir nuestro capital invertido en diferentes productos o vehículos financieros. La suma de los diferentes productos es lo que llamamos cartera o portafolio de inversión y lo que se busca con la estrategia de diversificación es minimizar el riesgo al tener diferentes tipos de activos en nuestra cartera. 

Minimizar el riesgo es lo que garantiza el éxito de nuestras inversiones a largo plazo. Si nos enfocamos principalmente en los mercados financieros, una de las características principales de operar en él, es que involucra estar expuestos a diferentes tipos de riesgos, siendo el principal la volatilidad, que hace parte de la naturaleza de la bolsa de valores. 

La volatilidad representa la dispersión de los retornos de un activo a lo largo del tiempo. Como bien sabemos los mercados sufren de altas y bajas. Estas altas y bajas son el resultado de la fluctuación del precio de las empresas y productos financieros que componen un mercado. Como las altas y bajas son difíciles o casi imposibles de prever la mejor estrategia es la diversificación para protegerse de este comportamiento natural del mercado.

La diversificación acaba siendo una arma poderosa para reducir el riesgo porque entre los diferentes activos que encontramos en un mercado financiero existen correlaciones entre ellos. En estadística la correlación es el grado de relación entre dos variables, cuando la correlación entre dos variables es fuertemente positiva significa que el comportamiento de ellas es muy parecido. Por otro lado, cuando la correlación es fuertemente negativa quiere decir que ese comportamiento entre dos variables es inverso. 

En la práctica en el mundo financiero, la correlación nos ayuda a identificar y definir los diferentes activos que debemos adicionar a nuestra cartera de inversión. Pues necesitamos tener activos con correlaciones positivas y también con correlaciones negativas. 

¿Cuales son las ventajas de la diversificación de la cartera de inversión?

• Reducción de riesgos: Como vimos en la anterior sección la principal ventaja de la diversificación es la reducción al riesgo. Todo inversionista independiente de su grado de aversión al riesgo quiere sentir cierta seguridad con sus cartera de inversión. Al tener una cartera que posee activos con diferentes tipos de correlaciones entre ellos, estamos minimizando el riesgo, ya que estamos protegiendo nuestra inversión de las caídas y fluctuaciones características del mercado. 
• Equilibrio: El equilibrio es lo que garantiza la construcción de un patrimonio relevante a largo plazo. El equilibrio conseguido por una diversificación puede disminuir el ritmo de crecimiento a corto plazo. Pero es la mejor forma de proteger nuestra inversión de los imprevistos del mercado.
• Flexibilidad: Tener la cartera diversificada puede brindarte la posibilidad de aprovechar buenas oportunidades, ya que al tener destinada una parte de nuestra inversión en activos de alta liquidez, como renta fija por ejemplo, nos permite realizar operaciones para aprovechar algunas buenas oportunidades que pueden aparecer inesperadamente en otros vehículos o productos financieros. 

¿Cómo dividir nuestra cartera de inversión?

Existen dos requisitos indispensables que nos ayudan a saber cómo dividir nuestra cartera de inversión. El primer requisito es conocer cuál es nuestro perfil de inversionista para entender cuál es nuestro grado de aversión al riesgo. El segundo requisito es tener nuestras metas financieras definidas.  

Una vez identificado nuestro grado de aversión al riesgo (agresivo, moderado o conservador) y con nuestras metas financieras definidas, el siguiente paso es definir cual o cuales tipos de diversificación seguir. Los tipos de diversificación más común son: por clase de activo, diversificación geográfica y sectorial.   

Diversificación por clase de activo

Podemos escoger entre los diferentes tipos de activos que encontramos en el mercado financiero. Podemos formar nuestra cartera de inversión con activos de renta fija, acciones, ETFs, fondos multimercado, fondos inmobiliarios, criptomonedas, commodities, monedas extranjeras, entre otros. 

Es importante definir una proporción ideal para cada clase, para ello es vital conocer nuestro perfil como inversionista. Ya que si somos más conservadores, los ETFs y activos de renta fija pueden adecuarse más en nuestra cartera. En contrapartida, si tienes un perfil más arriesgado puedes inclinarte más por acciones y criptomonedas.  

Un ejemplo de distribución puede ser:

• 30% acciones
• 25% en renta fija
• 20% en fondos inmobiliarios
• 10% ETFs
• 10% commodities
• 5% criptomonedas 

Lógico, cada uno de los tipos de activos tiene sus ventajas y desventajas. Sin embargo, la idea de diversificar es que a largo plazo nos podemos beneficiar de la suma de las ventajas de toda la cartera en su conjunto. 

Diversificación geográfica

Otra forma muy común de diversificar es invirtiendo en diferentes mercados, en diferentes regiones y países. Esto nos puede proteger de crisis económicas y políticas en países o regiones específicas.

Actualmente esto puede ser realizado muy fácilmente a través de un broker (plataforma de inversión). Muchas de estas plataformas están liberadas para operar en más de un mercado. Pudiendo así, construir una cartera con acciones de empresas americanas o chinas y con ETFs japoneses, por ejemplo.

Esta estrategia nos puede proteger de la exposición a una moneda específica. Sin embargo, hay que analizar cuidadosamente la cuestión de impuestos en cada país. Para que la diversificación no sea tan pulverizada y no acabe siendo contraproducente para nuestros retornos financieros. 

Diversificación sectorial 

Este tipo de diversificación se refiere a invertir en diferentes sectores y de esta forma no estar expuestos al riesgo de que un sector específico sufra una crisis, lo que puede ocasionar una caída del mercado en todos los activos correlacionados de ese sector. Por ejemplo, tener en nuestra cartera únicamente acciones de empresas petroleras puede dejarnos muy expuestos al precio del petróleo.  O basta recordar el episodio de la Burbuja puntocom, cuando decenas de empresas tecnológicas quebraron por una especulación muy fuerte del mercado en relación al crecimiento y popularización del internet en los años 2000. 

En la siguiente imagen tenemos un claro ejemplo de Diversificación Sectorial. El gráfico representa una cartera enfocada 100% en acciones, pero con una diversificación en diferentes sectores, ya que la misma cuenta con acciones del sector financiero, Salud, Tecnología, Consumo y Comunicación.

Esta estrategia puede ser contradictoria con la premisa básica de “invierte principalmente en aquello que sabes o conoces”. Aunque la frase no es falsa, en la práctica lo que se recomienda es distribuir un mayor porcentaje en activos de sectores que sí conoces, pero sin descuidar la diversificación sectorial. 

ETFs y Fondos de inversión, la forma más fácil de diversificar

Los ETFs por sus siglas en inglés Exchange Traded Fund, son indicadores que representan o replican índices de mercado. Estos índices están compuestos de varios activos que pueden ser acciones de empresas, diferentes activos de renta fija, índices de diversas materias primas, etc. 

Para ejemplificar podemos citar los ETFs que replican el Índice S&P 500, este índice está compuesto por el rendimiento de las 500 empresas más grandes que cotizan en el NASDAQ y en el NYSE de los Estados Unidos. Por lo tanto, podemos decir que invertir en un ETF que usa como referencia el S&P 500 es como si estuviéramos distribuyendo nuestra inversión en 500 empresas de diferentes sectores y con diferente nivel de riesgo.  

Por otro lado, los Fondos de Inversión son una forma de inversión colectiva, donde por lo general varios inversionistas se unen para sumar recursos y crear un patrimonio común que será administrado por un especialista. Este patrimonio será invertido en diferentes y diversos activos, pudiendo contemplar acciones, bienes raíces, títulos públicos, criptomonedas, etc. 

Es así que invertir en ETFs o Fondos de Inversión es considerada la estrategia más fácil y práctica para diversificar nuestra cartera o portafolio de inversión. Es recomendada para aquellos inversionistas iniciantes que están comenzando o para aquellas personas que que no disponen de tiempo suficiente para realizar análisis más profundos y específicos de en cuáles activos invertir.

Conclusión

Como inversionistas debemos ser conscientes de la importancia de la diversificación de nuestra cartera de inversión. Independiente de nuestro perfil y de nuestras metas financieras, debemos siempre buscar el equilibrio y el balanceamento de nuestro portafolio. 

La diversificación es la estrategia más sólida y la que garantiza con mayor probabilidad resultados positivos a medio y largo plazo. El comportamiento fluctuante del mercado y las crisis financieras no pueden preverse. Invertir significa estar expuestos a una serie de riesgos. Solo que felizmente existen técnicas y estrategias que nos permiten minimizar ese riesgo. 

Es importante destacar que el otro extremo, la sobre-diversificación también no es favorable. Podemos perder el control de nuestra cartera, ya que al diluir en forma exagerada perdemos visibilidad de cuál o cuáles activos no están rindiendo conforme esperado y así poder ajustar oportunamente para no impactar negativamente en el resultado de nuestra cartera.  

Ya sabes, no te expongas demasiado, evita experiencias dolorosas o catastróficas en relación a tus inversiones y a tu futuro. Analiza las diferentes posibilidades y tipos de diversificación y escoge aquella que tenga más sentido con tu perfil y metas. Por último, pero no menos importante, comenta tus dudas e inquietudes y comparte este artículo, ayuda a un amigo, vecino, colega o familiar a que nunca tenga que decir: “Como No Supe Antes”.